No es casualidad que en los últimos tiempos hayan ganado relevancia cuestiones como la ventilación, los puentes térmicos, el aislamiento o la propia orientación. Todas ellas van a influir en la gestión climática de la vivienda y van a permitir reducir las necesidades de calefacción o aire acondicionado, según la época del año o la región en la que vivimos.
Cuando se aborda esta cuestión, lo primero en lo que se suele pensar es en cómo incide el sol en la casa. Lógico. Porque la luz natural, además de iluminar nuestro hogar, va a proporcionar calor. Y esto se refleja en el consumo energético. Pero conviene recordar otros condicionantes, como el viento, ya que las corrientes influirán en una mejor ventilación.
A continuación vamos a repasar aspectos fundamentales para que sepas cuál es la orientación más adecuada en caso de que estés pensando en comprar o alquilar una nueva casa. Y, si ya tienes una, te daremos algunas claves para conseguir que tu hogar sea más eficiente energéticamente.
Orientación solar
Empezamos con la típica pregunta cuando se habla de este tema. ¿Cuál es la mejor orientación? La respuesta, de entrada, parece sencilla: la ideal es aquella en la que el sol incide más horas y, por tanto, se beneficia de más horas de luz.
Siguiendo esta lógica, en España se considera que la orientación sur es la más ventajosa para un consumo más eficiente y ahorrar en energía. Es la que recibe más luz, lo que se traduce en más iluminación y calor sin costes añadidos.
Pero no es tan simple. También condiciona la región y el clima donde se reside. De ahí que, si residimos en una zona excesivamente cálida, quizá interese otra alternativa a la orientación sur. Lo explicamos por cada uno de los puntos cardinales:
- Orientación norte: los rayos del sol apenas inciden a primera y última hora, y sólo en verano. Esto implica un gran consumo de calefacción durante el invierno. A priori es una mala opción. Sin embargo, no es descartable del todo en zonas muy cálidas, ya que garantiza que la vivienda se mantenga más fresca.
- Orientación sur: es la más aconsejable sobre todo en las zonas gélidas. Además de favorecer una atmósfera cálida, son viviendas muy luminosas al darles el sol durante casi todo el día. Si a eso se une una buena eficiencia (materiales, aislamientos, etc.) es factible conseguir un ahorro energético significativo.
- Orientación este: estos hogares se benefician del sol desde el amanecer hasta el mediodía. Esto facilita crear un ambiente agradable gran parte del día, ya que el calor acumulado se mantiene durante horas hasta prácticamente el anochecer. Esto evita un gasto energético muy acusado.
- Orientación oeste: las viviendas reciben la luz solar desde el mediodía hasta el atardecer, es decir, en las horas normalmente más calurosas. Por ello, es otra buena opción para zonas frías y reducir el consumo de calefacción. Por el contrario, puede elevar el uso del aire acondicionado en lugares más cálidos.
Orientación del viento
Cuando hablamos de orientación y eficiencia energética, no solo hay que fijarse en el tema solar. También es relevante tener en cuenta en qué dirección soplan habitualmente los vientos donde residimos.
El punto cardinal del que provengan los vientos dominantes, es decir las corrientes más fuertes, va a supeditar la climatización de nuestro hogar. Sin ir más lejos, si la fachada está más expuesta, es recomendable que estén protegidas de una forma adecuada.
El viento dominante, además, da ventajas a la hora de ventilar el hogar. La forma más efectiva es mediante las corrientes de aire que genera la ventilación cruzada. Y la orientación es fundamental, ya que se necesita que una de las ventanas o aberturas esté hacia los vientos dominantes y la otra en el lado opuesto.
Otros factores en el consumo energético
Existen otras variables en el consumo energético más allá de la orientación que tienen que ver con el entorno. Las hay de carácter naturales (vegetación, cercanía de ríos o montes) y artificiales, como son otros edificios alrededor de la vivienda.
Podríamos decir que estos son condicionantes externos sobre los que poco, por no decir nada, podemos hacer. Donde sí podemos adoptar medidas es en nuestra casa. Y más allá de las características constructivas, podemos disponer de equipos que favorezcan un ahorro de energía.
En la actualidad existen sistemas modernos como captadores, drenajes y sistemas solares que aprovechan la energía solar. En Vaillant disponemos de soluciones de este tipo, que son respetuosas con el medio ambiente, y que ayudan a garantizar un confort térmico en el hogar. Como especialistas te podemos aconsejar de forma personalizada para que te beneficies de estas alternativas.
