Tanto desde una perspectiva de respeto por el medio ambiente como por sus cualidades técnicas, la utilización de la paja como material de construcción gana cada vez más terreno y los principales especialistas en su montaje apenas dan abasto con los pedidos que les llegan.
Esta disciplina de bioconstrucción se basa en crear módulos de paneles que están rellenos por una bala de paja con una compactación de unos 120kg por metro cúbico, lo cual da una serie de ventajas técnicas que distan mucho de la imagen clásica que tenemos basada la famosa fábula del siglo XIX.
Las múltiples ventajas de una casa de paja
Aunque pueda parecer contraintuitivo, la paja es un material aislante excelente tanto térmico como acústico. Utilizar este material de construcción puede suponer un ahorro energético mayor del 50% respecto al uso de materiales más clásicos como el ladrillo o el cemento. Su baja conductividad energética le permite absorber el calor y distribuirlo con un retardo de varias horas; por lo que se puede ir disipando, poco a poco, con un algo de ventilación y la llegada de la noche.
Esa misma capacidad para aislar la temperatura también funciona con elementos más agresivos como el fuego. Efectivamente las briznas sueltas de paja son inflamables, pero una bala compactada puede proteger ante un incendio al no haber oxígeno en su interior. Diversos estudios técnicos, respaldados por especialistas y cuerpos de bomberos de todo el mundo, han hecho pruebas de estrés de este material ante fuegos con resultados sorprendentes.
Dependiendo de la geografía de la zona, el riesgo de seísmos es un factor obligatorio a tener en cuenta en toda construcción. En ese aspecto la paja es un excelente material antisísmico, ya que su flexibilidad y capacidad de absorción de vibraciones le permite soportar los mayores castigos.
Su durabilidad también radica en la capacidad para hacer labores de mantenimiento y reparación, ya que tanto la paja como los materiales aislantes con los que se suele combinar, como la arcilla, el caucho o la cal son abundantes en cualquier lugar y, por lo tanto, muy baratos. 
Construcción de bajo coste en clave ecológica
En el sector de la construcción el coste económico es un factor capital que hay que considerar. En muchas ocasiones para que una alternativa ecológica tenga viabilidad, en primera instancia debe ser una opción rentable. Este es otro de los puntos fuertes de la paja como material de construcción, porque su coste es mucho menor que el de una vivienda convencional.
Aproximadamente el 90% de este material se desecha, por lo que el gasto se deriva fundamentalmente a la obtención de una mano de obra especializada. En caso de querer manipular el material personalmente, cada vez se ofrecen más cursos de formación enfocados al conocimiento de las técnicas y características de la construcción con paja.
Pero el mayor beneficio que trae consigo la expansión de la paja como material de construcción es un impacto ambiental tan reducido. Si queremos mirar a futuro es necesario poner el foco en la huella ecológica que dejamos atrás, por lo que la edificación de una vivienda sostenible es, ahora más que nunca, un acto de compromiso ante nuestro futuro.
