La domótica está a la orden del día en muchos hogares y su crecimiento es exponencial. Ya no nos sorprende visitar la casa de un amigo y que le pida a su nueva “compañera de piso”, una tal Alexa, que ponga esta u otra canción o le pregunte qué tiempo hará al día siguiente para organizar una excursión.
Pero lo que quizás no hayamos llegado a imaginar, es que de aquí a 20 años un robot nos prepare el almuerzo o nos haga la cama. O que las viviendas se construyan en tiempo récord gracias a una impresora 3D que, además, nos garantice un hogar más sostenible, eficiente y mucho más barato. Pues bien, el aclamado futurólogo inglés Ray Hammond, cree que esto es solo el aperitivo de las viviendas del futuro.
¿Cómo se gestionará la energía en las viviendas inteligentes?
De acuerdo con Hammond, en 2040 en los hogares se consumirá un 75% menos de energía, y un tercio del agua que se consume en las viviendas actuales normales.
El concepto de Passivhaus seguirá evolucionando, convirtiéndose en “pasivas super eficientes” en las que se puede controlar incluso la luz para mejorar el sueño de sus habitantes, adaptándola a sus horas de vigilia.
Las viviendas pasarán a convertirse en pequeñas centrales de energía gracias a los avances en el almacenamiento de las baterías, el pilar de la eficiencia en este tipo de hogares del futuro.
Además, los sistemas de energía renovable, como los basados en solar, evolucionarán y ya no solo mejorarán el rendimiento del sistema de climatización, si no que generarán grandes excedentes de energía que podrán verter a la red eléctrica. Así, pasarán a convertirse en pequeñas centrales de energía. En este punto, destaca que esto será posible gracias a los avances en el almacenamiento de las baterías, el pilar de la eficiencia en este tipo de hogares del futuro.
El control tanto de la iluminación, climatización, entretenimiento, ventanas o, por ejemplo, la carga de vehículos eléctricos no solo será controlada mediante dispositivos como smartphones o tabletas, si no que se hará mediante comandos de voz.
Si bien es cierto que todos estos avances tienen muchas cosas positivas, también suponen una puerta de entrada a nuestro ritmo de vida y costumbres dentro del hogar. ¿Hasta qué punto estamos dispuestos a cambiar nuestra calidad de vida por nuestra privacidad?
Fuente: ‘Hogar Super Inteligente – El Hogar a mitad del siglo XXI’
