Multitud de sistemas utilizan el agua corriente que entra en el hogar. Toda la instalación de agua caliente sanitaria (ACS) está constantemente en contacto con dispositivos como termos eléctricos, acumuladores, aire acondicionado, radiadores, duchas, sistemas de cañerías y un largo etcétera.
El correcto mantenimiento de estos dispositivos, dependiendo del tipo de instalación y las características propias del agua, ayuda enormemente a reducir los gastos económicos y la huella ecológica en nuestro hogar.
La dureza del agua, factor clave
En el mantenimiento de casi todos los electrodomésticos que se nutren del agua corriente, se suelen mencionar la dureza del agua como elemento capital. A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que la dureza no es un factor peligroso para la salud, es recomendable saber de qué se compone el agua que consumimos en el hogar.
Esta unidad de medida se establece por la concentración de compuestos minerales que hay en una determinada cantidad de agua. Para ser más específicos, contabiliza la cantidad de sales de magnesio y calcio, hierro, zinc y manganeso. A mayor volumen de estos minerales, mayor dureza tendrá el agua.
En caso de que las medidas superen los 200 mg/l, puede generar obstrucciones serias en sistemas de distribución de agua como circuitos de calefacción o cañerías en los baños. Estas altas concentraciones también tienen propiedades corrosivas, por lo que reducen la vida útil de electrodomésticos como calderas, acumuladores, lavavajillas o lavadoras.
Estos restos acumulados de cal y otros minerales reducen notablemente la de transferencia de calor, afectando la eficiencia de los sistemas de climatización. Además de aumentar las posibilidades de avería, este exceso de trabajo en los componentes de climatización supone un aumento de gasto energético, lo que lleva a una mayor huella ecológica.
Consejos domésticos de ahorro
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energia (IDAE), el 20% de la energía de los hogares españoles se utiliza en el sistema de ACS. Si a esto sumamos que, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el consumo medio diario por persona es de 133 litros, es vital concienciarse de la importancia del ahorro de agua.
Revisar el estado de los grifos periódicamente es una tarea sencilla que da buen resultado, ya que una toma defectuosa puede gotear hasta 30 litros diarios. Adicionalmente, colocar atomizadores, pequeños filtros instalados en los grifos que mezclan el fluido con aire, sirve para aprovechar mucho mejor el flujo de agua.
En cuanto a la higiene, optar por una ducha en vez de bañarse puede suponer más de 60 litros de ahorro diarios. Según datos estadísticos, una ducha abierta gasta entre 12 y 15 litros por minuto, por lo que es recomendable cerrar la llave de paso mientras te enjabonas.
La categoría de eficiencia energética que utilicen los electrodomésticos es otro factor fundamental en el ahorro de recursos. Según la legislación europea, los electrodomésticos deben pasar las exigencias de la regulación ErP (Energy Related Product) e indicar con precisión su etiqueta de eficiencia energética.
Por ello toda la gama Vaillant supone el máximo ahorro en el hogar, ya que los estándares con los que se diseñan y fabrican son los más exigentes del mercado. La calidad de los productos, unido a un servicio técnico que mantiene los componentes en perfecto estado, son la mejor opción para ahorrar en el coste de un sistema de climatización y tener un hogar verdaderamente ecológico.